Otro par de definiciones: Canon y Discurso.
CANON LITERARIO:
Convención cultural de una comunidad determinada mediante la cual cataloga, a través de sus autoridades, las obras y/o autores que considera representativos y modélicos del fenómeno literario y por ello dignos de estudio, imitación y conservación.
El canon es un establecimiento convencional, una regla y orden que busca unificar e integrar cuanto manifiesta y conforma la identidad doctrinal de una comunidad determinada.
Indiscutiblemente, la cultura de una sociedad influye en sus ciudadanos y los creadores que forman parte de ella no están exentos de esta realidad. Al mismo tiempo, ellos intervienen en esa sociedad y cultura, bien sea como detractores o defensores de su ideología e idiosincrasia. La cualidad integradora de la cultura y la necesidad de las comunidades en general, de tener identidad propia y coherente, establecen los principios, preceptos, valores, estándares que describen y distinguen su particularidad en cuanto a sus manifestaciones artísticas, políticas, religiosas, etc. La literatura, aunque en su esencia no tenga el objetivo expreso de hacer cultura, está en estrecha relación con ella, y ambas conviven nutriéndose una de otra y afectándose en este intercambio constante. De esta manera la literatura, como fenómeno expresivo de una sociedad, es sometida a la consideración de los valores y principios que la constituyen, buscando a través de sus instituciones académicas y culturales (universidades, entes gubernamentales, historiadores, críticos, etc.) solidificar los fundamentos de su identidad para preservarla en el futuro mediante el establecimiento, según sus criterios particulares, de los rasgos que determinan que las obras literarias o sus autores sean representativos de ella y configurando con ellos su canon literario oficial: las obras y/o autores que mejor exponen o ponen de manifiesto lo que consideran como literatura, según sus convicciones y principios, y que por ello, deben ser leídas, estudiadas y conservadas como su reflejo y modelo.
El canon literario se establece a lo largo del tiempo y aunque cada individuo pueda conformar su canon particular con aquellas obras que considera un referente cósmico, fatal y determinante de su concepción universal, prevalece sobre éste el canon oficial determinado e impuesto convencionalmente por el criterio arbitrario de las instituciones investidas de la autoridad sociocultural suficientemente reconocida para establecerlo como tal.
Bibliografía y consulta:
Borges, Jorge Luis. Obras Completas. “Sobre los clásicos”. pp. 772-773.
Blanchot, Maurice. El Diálogo Inconcluso. “La literatura otra vez”. Monte Avila Editores. Caracas. pp. 613-619.
Castillo Zapata, Rafael. “Claves de estudio”. Suministrado por el Profesor.
Mignolo, Walter. El Canon Literario. “Los cánones y (más allá de) las fronteras culturales (o ¿de quién es el canon del que hablamos?)”. Editorial Arcolibros. pp. 237-247.
Sullá, Enric. El Canon Literario. “El debate sobre el canon literario”. Editorial Arcolibros. pp. 11-19.
Convención cultural de una comunidad determinada mediante la cual cataloga, a través de sus autoridades, las obras y/o autores que considera representativos y modélicos del fenómeno literario y por ello dignos de estudio, imitación y conservación.
El canon es un establecimiento convencional, una regla y orden que busca unificar e integrar cuanto manifiesta y conforma la identidad doctrinal de una comunidad determinada.
Indiscutiblemente, la cultura de una sociedad influye en sus ciudadanos y los creadores que forman parte de ella no están exentos de esta realidad. Al mismo tiempo, ellos intervienen en esa sociedad y cultura, bien sea como detractores o defensores de su ideología e idiosincrasia. La cualidad integradora de la cultura y la necesidad de las comunidades en general, de tener identidad propia y coherente, establecen los principios, preceptos, valores, estándares que describen y distinguen su particularidad en cuanto a sus manifestaciones artísticas, políticas, religiosas, etc. La literatura, aunque en su esencia no tenga el objetivo expreso de hacer cultura, está en estrecha relación con ella, y ambas conviven nutriéndose una de otra y afectándose en este intercambio constante. De esta manera la literatura, como fenómeno expresivo de una sociedad, es sometida a la consideración de los valores y principios que la constituyen, buscando a través de sus instituciones académicas y culturales (universidades, entes gubernamentales, historiadores, críticos, etc.) solidificar los fundamentos de su identidad para preservarla en el futuro mediante el establecimiento, según sus criterios particulares, de los rasgos que determinan que las obras literarias o sus autores sean representativos de ella y configurando con ellos su canon literario oficial: las obras y/o autores que mejor exponen o ponen de manifiesto lo que consideran como literatura, según sus convicciones y principios, y que por ello, deben ser leídas, estudiadas y conservadas como su reflejo y modelo.
El canon literario se establece a lo largo del tiempo y aunque cada individuo pueda conformar su canon particular con aquellas obras que considera un referente cósmico, fatal y determinante de su concepción universal, prevalece sobre éste el canon oficial determinado e impuesto convencionalmente por el criterio arbitrario de las instituciones investidas de la autoridad sociocultural suficientemente reconocida para establecerlo como tal.
Bibliografía y consulta:
Borges, Jorge Luis. Obras Completas. “Sobre los clásicos”. pp. 772-773.
Blanchot, Maurice. El Diálogo Inconcluso. “La literatura otra vez”. Monte Avila Editores. Caracas. pp. 613-619.
Castillo Zapata, Rafael. “Claves de estudio”. Suministrado por el Profesor.
Mignolo, Walter. El Canon Literario. “Los cánones y (más allá de) las fronteras culturales (o ¿de quién es el canon del que hablamos?)”. Editorial Arcolibros. pp. 237-247.
Sullá, Enric. El Canon Literario. “El debate sobre el canon literario”. Editorial Arcolibros. pp. 11-19.
DISCURSO LITERARIO:
Tipo particular de discurso que re-dimensiona las formas y el contexto de enunciación y recepción comunicacional valiéndose de recursos lingüísticos, estilísticos y retóricos para relacionar hechos y/o circunstancias con vigencia temporal y potencialidad semántica infinitas, más allá de la función pragmática del lenguaje.
El proceso comunicacional del hombre está presente en todos los actos de su vida y los elementos que conforman este proceso, funcionan entre sí para lograr que la transmisión y recepción del mensaje o la información ofrecida o requerida se produzca eficaz, efectiva y oportunamente. Este proceso comunicacional es discurso y es empleado particularmente en todos los ámbitos humanos. La política, las distintas profesiones, la religión, las instituciones culturales y educativas, por mencionar sólo algunos de estos ámbitos específicos, y aún el habla común, se sirven de determinados tipos de discursos que difieren entre sí por la forma y el contexto en el que son enunciados y por su fin: buscan el intercambio de información con objetivos prácticos específicos destinados al “consumo inmediato” para lograr determinadas reacciones, respuestas, cambios de ánimo, pensamientos, etc., tanto en el receptor como en el emisor; es decir, persiguen un fin pragmático que se pone de manifiesto en el ámbito socio cultural del hombre de forma instantánea o en un momento determinado. El discurso literario aunque se distingue también por su contexto y formas de enunciación, sus ámbitos particulares de producción y recepción y la actualización de sus elementos comunicacionales como ocurre en otros tipos de discursos, tiene la particularidad de valerse de todos ellos respetando sus normas enunciativas y reglas lingüísticas, además de perseguir como fin no uno pragmático, sino uno que a pesar de no tener un objeto práctico inmediato para la sociedad y la cultura, se sirve de ella y la alimenta y enfrenta al receptor con una disposición artificiosa de los recursos lingüísticos y retóricos para lograr permanencia y vigencia temporal constante y continua e intensificar su potencialidad semántica. En fin, el discurso literario es empleado por la literatura para lograr las cualidades textuales que le son tan características aunque también suele llamarse discurso literario al tipo de discurso empleado en el contexto literario de la producción, edición, consumo y estudio de las obras (teóricos, críticos, escritores, editores, etc.) y la Literatura en general.
Bibliografía y consulta:
Brioschi, Franco y Constanzo Di Girolamo. Introducción al Estudio de la Literatura. “El objeto literario”. Editorial Ariel. Barcelona, España. pp. 17
Castillo Zapata, Rafael. “Comentarios al texto de Jonathan Culler ¿Qué es la literatura y qué importa lo que sea?”. Material suministrado por el Profesor.
Cortázar, Julio. (2005) Rayuela. “Introducción Edición de Víctor Amorós”. Ediciones Cátedra. Colección Letras Hispánicas. 18ª Edición. pp. 15-88 y otras.
Eagleton, Terry. Una Introducción a la Teoría Literaria. “Introducción: ¿Qué es la literatura?”. FCE. México. Pp 12.
Marchese, Angelo y Joaquín Forradellas. (1991) Diccionario de Retórica, Crítica y Terminología Literaria. “Discurso”. Editorial Ariel, S.A. Barcelona, España. 3ª. Edición. pp. 103-104.
Van Dijk, Teun A. Estructuras y Funciones del Discurso. Siglo XXI Editores.
Tipo particular de discurso que re-dimensiona las formas y el contexto de enunciación y recepción comunicacional valiéndose de recursos lingüísticos, estilísticos y retóricos para relacionar hechos y/o circunstancias con vigencia temporal y potencialidad semántica infinitas, más allá de la función pragmática del lenguaje.
El proceso comunicacional del hombre está presente en todos los actos de su vida y los elementos que conforman este proceso, funcionan entre sí para lograr que la transmisión y recepción del mensaje o la información ofrecida o requerida se produzca eficaz, efectiva y oportunamente. Este proceso comunicacional es discurso y es empleado particularmente en todos los ámbitos humanos. La política, las distintas profesiones, la religión, las instituciones culturales y educativas, por mencionar sólo algunos de estos ámbitos específicos, y aún el habla común, se sirven de determinados tipos de discursos que difieren entre sí por la forma y el contexto en el que son enunciados y por su fin: buscan el intercambio de información con objetivos prácticos específicos destinados al “consumo inmediato” para lograr determinadas reacciones, respuestas, cambios de ánimo, pensamientos, etc., tanto en el receptor como en el emisor; es decir, persiguen un fin pragmático que se pone de manifiesto en el ámbito socio cultural del hombre de forma instantánea o en un momento determinado. El discurso literario aunque se distingue también por su contexto y formas de enunciación, sus ámbitos particulares de producción y recepción y la actualización de sus elementos comunicacionales como ocurre en otros tipos de discursos, tiene la particularidad de valerse de todos ellos respetando sus normas enunciativas y reglas lingüísticas, además de perseguir como fin no uno pragmático, sino uno que a pesar de no tener un objeto práctico inmediato para la sociedad y la cultura, se sirve de ella y la alimenta y enfrenta al receptor con una disposición artificiosa de los recursos lingüísticos y retóricos para lograr permanencia y vigencia temporal constante y continua e intensificar su potencialidad semántica. En fin, el discurso literario es empleado por la literatura para lograr las cualidades textuales que le son tan características aunque también suele llamarse discurso literario al tipo de discurso empleado en el contexto literario de la producción, edición, consumo y estudio de las obras (teóricos, críticos, escritores, editores, etc.) y la Literatura en general.
Bibliografía y consulta:
Brioschi, Franco y Constanzo Di Girolamo. Introducción al Estudio de la Literatura. “El objeto literario”. Editorial Ariel. Barcelona, España. pp. 17
Castillo Zapata, Rafael. “Comentarios al texto de Jonathan Culler ¿Qué es la literatura y qué importa lo que sea?”. Material suministrado por el Profesor.
Cortázar, Julio. (2005) Rayuela. “Introducción Edición de Víctor Amorós”. Ediciones Cátedra. Colección Letras Hispánicas. 18ª Edición. pp. 15-88 y otras.
Eagleton, Terry. Una Introducción a la Teoría Literaria. “Introducción: ¿Qué es la literatura?”. FCE. México. Pp 12.
Marchese, Angelo y Joaquín Forradellas. (1991) Diccionario de Retórica, Crítica y Terminología Literaria. “Discurso”. Editorial Ariel, S.A. Barcelona, España. 3ª. Edición. pp. 103-104.
Van Dijk, Teun A. Estructuras y Funciones del Discurso. Siglo XXI Editores.
Calificación obtenida: 20/20
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