viernes, 5 de diciembre de 2008

Magia Escrita

Las manos del prestidigitador se mueven ante nuestros ojos y aunque vemos todo lo que crean no vemos todo cuanto hacen... Y es prestidigitador el que pinta y el que esculpe y por antonomasia, el que escribe.
Magia ¡Cuántos se han devanado los sesos tratando de definirla!
Son sólo intentos ansiosos de nuestra necia necesidad de poner nombre a las cosas. Son sólo intentos de apoderarnos de lo que nos supera, de comprender lo imcomprensible, de abarcar lo inabarcable. Ganas de abrazar el reflejo del espejo, pero no el artificio o el objeto, más bien el milagro.
Yo debo intentarlo también ahora aunque estoy convencida de antemano de que es imposible porque si lo lograra, la magia sencillamente dejaría de existir ¿y quién quiere acabarla?
Aún así, los intentos son maravillosos. Sonrío. Yo quiero hacer mis sueños de intentos y de magia. Intentar la magia misma. Intentar el mágico. Crearlo por arte de magia. Soñar mágicamente. Sueños, intentos, magia: Palabra.
Simples intentos. Simple cuaderno de notas. Simple cárcel de barrotes horizontales incapaces de contener a su presa, esa que escurre en los márgenes y los espacios en blanco; esa que salta y nos entra por los ojos, se anida en el cerebro y desde allí, permea nuestro corazón.
Magia.